miércoles, 30 de junio de 2010

Libros que asustan


Hay libros que meten miedo.

No me refiero a los libros que uno empieza y abandona a las dos páginas porque no puede con ellos. Esos son libros que nos aburren. Hay gente que se aburre con Rayuela (hablaré algún día de ellos en una nota que se podría llamar: gente peor que uno, o algo así), con Cien años de Soledad o con El Quijote. En fin, cada uno se aburre según su buen saber y entender.http://joacoramos.wordpress.com/wp-includes/js/tinymce/plugins/wordpress/img/trans.gif

Hay libros que meten miedo sin que los hayamos siquiera abierto, y precisamente por eso, nos asustan tanto. Libros cuya fama de difíciles los precede. Libros que cuando alguien te comenta que los va a leer, te parece que se va a meter en camisa de once varas, o que cuando te proponen que los leas piensas: Uff ¿Tiene que ser justo ahora? Y te quedas leyendo la saga de Millenium.

Uno de esos libros es Ulises de Joyce. Un libro que según dicen, yo no me he acercado a ese libro así que no lo puedo asegurar, no tiene puntos ni comas y si lo lees seguido tardas 24 horas. Un libro enorme que tiene pinta de ser farragoso y difícil. Kafka también tiene esa fama. Proust es otro que suele dar miedo.

No quiero decir que sea justo. A lo mejor Ulises es una obra amena y fácil de leer y sólo sería cuestión de encararla sacudiéndose el miedo. Con Kafka eso funciona, con los otros no lo he probado.

Dentro de lo que no es estrictamente literario, los libros de Marx, Engels y Lenin también tienen esa fama. La gente suele pensar que son libros muy difíciles de entender y que leerlos te hace parecer inteligente en ciertos ambientes. Tengo un amigo que fingía que había leído mucho a estos autores sólo para presumir ante las chicas.

A esto no ayudan mucho los autodenominados “marxistas” que siempre tienen pinta de bichos raros a los que no les gusta ni el fútbol, ni la televisión y que, si ese día lo tienen muy marxista, tampoco toman Coca-cola.

Tampoco ayudaba nada el hecho de que la mayoría de los libros vinieran de la extinta Unión Soviética (incluso la misma existencia de la URSS tampoco ayudaba a los marxistas, pero eso es otra historia). Los soviéticos eran personajes muy curiosos. Si ese año estaban peleados con China le hacían decir a Marx en algún momento: “no confíes en los orientales que suelen ser bajitos y contrarrevolucionarios”. Digamos que sus traducciones eran poco serías. Si algo no les gustaba, lo sacaban y punto. Más o menos lo que ha hecho la Iglesia con la Biblia durante miles de años…

Cuando te decides y lees algún libro de estos autores, descubres que es una fama mal ganada. En general son libros amenos y fáciles de entender pues los escritos generalmente son propagandísticos, destinados a convencer y explicar cosas. Son libros destinados a La Internacional (si, la de “agrupémonos todos…”) para convencer a sus participantes de seguir esa tendencia

No voy a decir que El capital sea un libro fácil, pero es un libro de economía y no creo que ningún tratado de este tema sea muy ameno. Una vez, ya entrenado en literatura marxista, empecé a leer El capital con un amigo. A las dos semanas habíamos leído y, supongo que comprendido, el primer capitulo del primer tomo… nos pareció suficiente, no es que la economía marxista se esté aplicando mucho últimamente.

Un amigo marxista y latinoamericano decía que el único modo de leer este libro era estar preso. A continuación que decía era que se había fugado de una cárcel sólo para no empezar el segundo tomo.

Otro libro que no encaja en lo que decía antes esMaterialismo y empiriocriticismo de Lenin. A mi ese título me da miedo. Nunca lo he leído, además ¿qué es el empiriocriticismo? No se puede leer un libro del que no entiendes ni el título.

Un libro que a mi me encantó y recomiendo fervientemente es de Engels, el hombre a la sombra de Marx, el Watson de esta historia, el Robin del izquierdismo científico. Un hombre que mantuvo a Marx cuando éste estaba en la ruina y que siempre ha sido relegado, pese a figurar como coautor de casi toda literatura marxista. Se llama, y no se asusten,El origen de la familia, la propiedad privada y el estado. Se ve que el tema marketing no estaba muy desarrollado cuando estos hombres escribían porque los títulos, como se ve, tampoco suelen ayudar.

Detrás de este titulo hay un libro que, más que nada, es un tratado de antropología. Una historia muy bien hilada del desarrollo de la civilización, desde las cuevas hasta los días en que se escribió esta obra. Un libro de muy pocas páginas que se lee rápido y que resulta de lo más entretenido. En él, Engels cuenta como, desde la manada el hombre terminó en un núcleo familiar reducido como el que tenemos en la actualidad. Algunas de las teorías antropológicas que maneja han sido superadas hoy en día, pero eso no le quita mérito al material. Explica, y eso me dejó impresionado, que la explotación de la mujer (lo de la mujer en casa y con la pata quebrada) es contemporáneo a la explotación del hombre por el hombre. En cuanto el hombre consiguió esclavos que generaban riqueza, quiso garantizar que ésta quedara para sus hijos. La única forma de saber que sus hijos eran sus hijos fue apropiarse, literalmente, de una mujer puesto que antes los hijos eran de la tribu y no de determinada persona. Se consiguió una fémina con la que sólo tenía sexo él (o eso creía) y la encerró en casa para que nadie se la tocara. En ese sentido es un libro feminista. Una frase que me quedó grabada cuando la leí dice más o menos así:

“Hay que sacar a la mujer del embrutecedor ámbito de la cocina”

Espero algún día juntar ánimo para encarar la lectura de esos libros que dan miedo ¿ustedes no?

viernes, 18 de junio de 2010

Zapatero y la crisis


La crisis llegó de repente. Se anunciaba pero no se la veía hasta que, de un día para otro, se instalo entre nosotros. Los bancos dejaron de prestar dinero, las empresas empezaron a despedir gente y todo el mundo entró en pánico. Un amigo se había ido a pasar las fiestas a la Argentina en diciembre, volvió en enero del 2009 y no entendía qué pasaba. “Me fui hace un mes y ahora todo el mundo está enloquecido”, nos repetía a nosotros, que efectivamente estábamos locos con la crisis. Fue cómico porque no entendía y tampoco yo sabía explicarle como había cambiado tanto en tan poco tiempo.

Un poco de historia

Fue durante el gobierno del partido popular cuando creció la burbuja inmobiliaria. Yo vivía en un 4º sin ascensor de 40 metros cuadrados, que a la dueña le había costado 54.000 €. A los 3 años intento vendérmelo en 90.000 €. A mí, que sabía lo que le había costado, se me antojo un robo y me negué a comprarlo. Bueno, eso y que tampoco tenía el dinero para hacerlo. A los 5 años cuando terminó el contrato, me echo y lo puso en venta por 156.000 €, y lo vendió en una semana.

Las hipotecas estaban regaladas y el banco te tiraba el dinero. “Ya que te metes en una hipoteca porque no aprovechas y te compras un buen coche”, o “¿por qué no haces una reforma en la vivienda?” y la gente se metía…. La calle se lleno de BMW, Mercedes, Volvos y la gente se llenó de deudas. Es el periodo de la historia de España en el que la deuda de las familias fue más elevada. Una gran parte de la gente comenzó a vivir por encima de sus posibilidades, la famosa bicicleta.

Los bancos lo financiaban todo, refinanciaban deudas, ampliaban hipotecas etc. Surgieron empresas que unificaban las deudas a un interés usurero y la gente se siguió metiendo. Ibas al banco con el recibo de sueldo y te daban 10 veces lo que cobrabas, te daban créditos a un año sin intereses y sin necesidad de explicar nada. Se daban y dan las hipotecas a 30 y 40 años, pues los departamentos eran tan caros que la única forma de comprar era alargar la compra hasta la muerte del comprador.

Un departamento en Madrid o en los suburbios, y no hablo de pisos en zonas, podía salir lo mismo que comprar un piso en Manhattan. Una vivienda en Alcobendas de 60 metros cuadrados podía llegar a salir lo mismo que una mansión en Buenos aires.

Mi vecina quiso cambiar de casa. Fue a preguntar por unos pisos en construcción en el mismo barrio y como le gustaron, a los tres días volvió con el marido y el precio había subido 18.000 €. Cuando pregunto por qué , la respuesta fue que el viernes, tendría otra subida de 18.000 €. Lo peor es que fue y dejó una seña corriendo, convencida de que había ahorrado.

Todo esto paso sin que el gobierno interviniera para nada. Al ministro le preguntaron porque subían tanto los pisos y dijo, más o menos, que subían tanto porque había alguien dispuesto a pagar, que no veía ninguna necesidad de intervenir, que la oferta y la demanda y todas esas patrañas. Se construyó todo lo construible y más. Las empresas constructoras, un importante sostén del partido popular, se convirtieron en los corruptores de nuestros políticos. Hubo muchos casos en los que el concejal de urbanismo y el alcalde se hacían ricos gracias a alguna recalificación del terreno. Un alcalde denuncio que un constructor le dio un cheque en blanco para que pusiera la cifra que quisiera a cambio de una recalificación. Incluso se acusó a los constructores de estar detrás de la maniobra que le arrebato la comunidad de Madrid (la provincia de Madrid) al partido socialista. El socialismo podía gobernar en coalición con izquierda unida hasta que dos de sus diputados desaparecieron misteriosamente unos días. Cuando aparecieron habían cambiado su voto y se dice que el tamaño de sus cuentas corrientes. Esto se conoció como el tamayazo y desde ese día gobierna la derecha más rancia la comunidad de Madrid. El escándalo con las recalificaciones fue Tal, que se habló de quitarles a los ayuntamientos la potestad sobre el suelo.

Cuando esto toco techo, mucha gente se encontró con casas sobrevaluadas que nadie iba a comprar e hipotecas imposibles de pagar. La vivienda pasó a llevarse el sueldo de uno de los dos integrantes de la pareja o, incluso, un poco más. Ósea una trampa: Una casa que no se puede ni pagar, ni vender. Aquí en España, aunque devuelvas la vivienda te quedas con la deuda. Si la compraste por 300 mil euros y cuando se la quieres devolver al banco vale 240, debes 60 mil euros. Sigues endeudado pero ya no tienes la vivienda. Ante este panorama, pagar la hipoteca se convirtió en el santo grial de muchísimos españoles de a pie que no querían quedarse sin nada y debiendo una millonada. Surgieron muchas páginas Web donde la gente vendía su vivienda al precio de lo que quedaba para pagar la hipoteca. Las casas se volvieron una maldición, una pesadilla.

Algunos barrios nuevos de Madrid, quedaron vacíos. Mucha gente compró para especular pues nada daba más dinero que “el ladrillo” . Con la crisis, sin poderse vender, se han convertido en barrios fantasmas, en un monumento a la crisis.

Entonces llegó el desempleo.

La construcción que había amasado verdaderas fortunas comenzó a despedir a discreción. Los trabajadores sin cualificacíon fueron los primeros, luego los oficiales y la cosa se extendió como una epidemia. La construcción, que se había convertido en el motor de la economía española, se había parado. No había más posibilidad de bicicletear, ya no había ni bicicleta.

Empresas que, no solo, no han perdido dinero, sino que lo han ganado y en abundancia, comenzaron a despedir gente. Nadie protesta mucho cuando le dicen que ahora hay que trabajar por dos y cobrar por uno. Los desocupados pasaron a formar parte de nuestro entorno. Los vecinos, los padres de los compañeritos de mis hijos, los amigos. Su sola presencia transmite el miedo de pensar que uno puede ser el próximo.

El gobierno de Zapatero comenzó a hablar de crisis. Con un discurso mucho más social que el partido de la oposición, el gobierno prometió cuidar el estado del bienestar contra viento y marea. Se resolvió darle una ayuda a la gente que se iba quedando sin seguro de desempleo y se volvió a prometer que la crisis no iba a recaer sobre los más débiles. Se le dio dinero a los bancos para que lo prestara a bajo interés pero los banqueros siguieron sin prestar. Nada parecía funcionar.

Explotó Grecia y el FMI, ese organismo que quiere tanto a los pobres que los reproduce por donde quiera que vaya, y la Unión Europea, acordaron poner una millonada tremenda de dinero para que el país no quiebre. No sé a quién se lo dieron porque si se lo hubieran dado a cada griego, estos se podrían dedicar a rascarse la nariz durante el resto de su vida y vivir como jeques árabes. En lugar de eso, van a bajar los sueldos, despedir gente, reducir los presupuestos de educación, salud y recortar el estado de bienestar hasta que solo sea estado. Una receta famosa por sus grandes éxitos en Latinoamérica.

Ahora, para prevenir estas quiebras, los países de la unión europea han decidido ajustar antes de que la cosa pase a mayores. Ajustan como en todos los países que tienen ajustes, se ajusta a los ajustados. Algunos más, algunos menos. España podemos decir que esta en el clásico, hay poca innovación. Se ajusta a los empleados públicos, a los jubilados, se recortan prestaciones, se retiran las ayudas a la natalidad… Lo que es un ajuste en toda regla. El impuesto a las grandes sucesiones patrimoniales no se repone ¿para qué? Total, si sólo afecta a las grandes fortunas y se quito con acuerdo de los dos grandes partidos… La derecha francesa del Sarkozy sorprende subiendo algún impuesto a los ricos, Berlusconi se sale del libreto un poco pero también es clásico, los alemanes más de lo mismo.

Es cómico como el partido popular, que estuvo haciendo campaña por la reforma laboral (eufemismo para decir abaratar los despidos) ahora se presenta como defensor de los trabajadores. La portavoz del partido definió al PP como el partido del Pueblo. Uno puede pensar que la derecha no le tiene miedo al ridículo si no fuera por que el ridículo lo hace el PSOE. El socialismo le da espacio a la derecha para que le pegue por todos lados. Por mantener el estado de bienestar y por atacarlo.

Zapatero anunció el ajuste y no tuvo cintura para anunciar algunas medidas que afectaran a los más ricos, estas medidas serán más lentas a la hora de conseguir liquidez pero para la gente es importante sentir que no es la única que hace el esfuerzo. Días después de ser abofeteado en los medios a derecha e izquierda anunció un impuesto a los más ricos. No dijo ni cuando, ni como, ni a quien. En realidad no dijo nada y, una vez más, cayó en el ridículo que fue muy explotado, otra vez, por la derecha. Esta, se guardo muy bien de anunciar que también estaría en contra de un impuesto a los ricos… las cosas claras.

El gobierno de zapatero agoniza como vivió. Jaleado por una derecha que nunca le dio tregua en ningún tema y a la que ha favorecido dejándole permanentemente flancos en los que pegarle. Nunca ha tenido la iniciativa, ni ha sabido contrarrestar el poder mediático del partido popular, más bien se ha dejado arrastrar por el fango una y otra vez. Siempre a medias, siempre sin terminar de decidirse. Amenazó con la ley antitabaco, el PP la criticó porque el gobierno nos quería obligar a dejar de fumar … conclusión: sacó una ley que no sirve para nada pues se fuma en todos los bares de España. Ahora tiene que reformar la ley y la derecha vuelve a defender la libertad de la gente de joderse y jodernos los pulmones. Sacó la ley de la memoria histórica. Una ley que no contentó a nadie. A las victimas porque no les permitió desenterrar a los miles de españoles que están aún enterrados en fosas comunes a los costados de las carreteras. A los franquistas porque “reabría heridas”, como si alguien que tiene a su padre o abuelo enterrado en una fosa común no tuviera abiertas las heridas. Sacó una ley para que se diera en los secundarias dos horas semanales de “educación para la ciudadanía. Una materia parecida a la “educación cívica” que hubo siempre en Argentina. Los colegios de curas, los concertados, la asociación de padres católicos y organizaciones similares, lo acusaban de querer “adoctrinar” y se opusieron salvajemente. Las agrupaciones progresistas de la comunidad educativa decían que estaba bien pero tampoco servía de mucho, que era mucho gre, gre para decir Gregorio.

Todo esto mientras la derecha lo comparaba con Chávez (el venezolano es el cuco a este lado del atlántico, no sabían donde estaba Venezuela antes pero ahora es el mismo infierno) y la iglesia, perdonen la redundancia, lo acusaba de “laicismo radical”

Ahora el gobierno de Zapatero parece muerto. Nadie da nada por él pese a que quedan dos años de mandato

Es una pena que después de 8 años de gobierno de Aznar, el de la invasión a Irak, el que salió hablando en “texano” de una reunión con Bush, el que mintió e intento engañar a todos los españoles con el atentado del 11 de marzo para no reconocer que por su implicación personal en una guerra ilegal, teníamos el conflicto en casa, vuelva a ganar el pp. Es lo malo del bipartidismo.

Lo triste es que el PP hará lo mismo y los ajustados votaran al dueño del nudo que los seguirá ajustando. Los afectados votaran a la derecha porque el gobierno de Zapatero ha sido mucho nadar para morir en la orilla.